Impuesto al Diesel: y ahora, ¿se suspende o se aplica en 2019 por decreto?

Uno de los proyectos estrella contemplados por el Gobierno de Pedro Sánchez podría no ver nunca la luz. Hablamos, cómo no, de la medida que tanto ha preocupado a muchos conductores de cara a este 2019: la nueva llamada “fiscalidad verde” que pretendía suprimir la bonificación del Diésel en España, con el objetivo de equiparar el precio del gasóleo al de la gasolina. Una vez que ayer miércoles 13 de el Congreso de los Diputados vetó los Presupuestos Generales del Estado de 2019, la mayoría de las medidas de gasto contempladas, como también el nuevo Impuesto de Sociedades, las bajadas del IVA o las subidas del IRPF para las rentas más altas, quedan en el aire.

Y decimos que quedan en el aire, porque lo lógico y más probable a esta hora es que se suspendan todos estos impuestos, sobre todo si, como todos los medios informan hoy, el viernes el presidente del país, Pedro Sánchez, anuncia la próxima convocatoria de elecciones tras el Consejo de Ministros. Quedaría, eso sí, otra posibilidad bastante improbable: que, tal y como ha ocurrido con las grandes medidas de gasto aprobadas a través de decretos leyes, alguno de estos nuevos impuestos, como el del gasóleo, pudieran aprobarse también vía Real Decreto Ley. Cerca de 30 medidas han sido así aprobadas en los últimos meses.

LO QUE SUPONDRÍA EL “DIESELAZO”

Con el aumento de la tributación al Diesel, lo que ayer llamó “Dieselazo” Albert Rivera en su comparecencia durante el debate de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2019, la subida del gasóleo, tal y como anunció la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, supondría un encarecimiento de 3,8 céntimos por litros. Es decir, según cálculos iniciales, para un conductor medio que realice unos 15.000 kilómetros anuales el incremento en combustible sería de unos 3 euros al mes para los coches Diesel, entre 30 y 40 euros al año.

La medida, en principio y según anunció el propio Gobierno, iría destinada a todos los consumidores particulares con coches Diesel, sin tener eso sí impacto en el gasóleo profesional. La propia Montero aseguró también en su día que la Agencia Tributaria identificaría cuándo un conductor emplea el combustible con carácter profesional para evitar en estos casos tener que soportar la que sí sería una fortísima subida anual en el combustible.

Sin duda, este aumento de la tributación al Diesel era una de las principales medidas encaminadas a soportar el mayor gasto social ya aprobado por el Gobierno, anunciando unos ingresos de hasta 670 millones de euros al año, más de lo que se preveía recaudar con el Impuesto de Patrimonio (339 millones) o el aumento de IRPF a las rentas superiores (328 millones).

Parte de estos ingresos estaban igualmente previstos, según anunció el Ejecutivo, para ser destinados a subvencionar políticas de movilidad sostenible para, de un lado, renovar el parque de automóviles con tecnologías más limpias; y, de otro, impulsar que las empresas renovasen sus flotas. La cuantía inicialmente contemplada se fijaba en un 30 por ciento. La pregunta vuelve a ser, ¿qué ocurrirá ahora? Seguro que en las próximas horas iremos conociendo más informaciones.

Fuente:www.autopista.es