Semana Santa de 2019. Uno de otros tantos viajes en carretera para disfrutar de unos días festivos y, de repente, una carretera genera toda la atención de quien escribe este artículo. ¿Y esas líneas verdes que delimitan los carriles por dentro, en paralelo con el arcén? Desde luego no lo había visto nunca… así que es posible que a ti te haya sucedido también, te pueda ocurrir próximamente o, vistas las imágenes, ahora te genere curiosidad. ¿Qué significan y qué controlan exactamente? Porque controlar, parece que controlan.

Recurro, como es habitual en estas ocasiones, a la Dirección General de Tráfico, y mi sorpresa va en aumento: son líneas de control de velocidad marcadas en algunas carreteras de Castilla y León. Mi primera reacción es evidente: ¿y no es suficiente ya con patrullas de la Guardia Civil, radares fijos y móviles, helicópteros Pegasus y hasta nuevos drones de control? Pero sigo investigando… y aquí hay más explicación.

EXPERIENCIA PILOTO DE LA DGT Y CASTILLA LEÓN

En realidad, estas marcas de colores (verde en el caso que yo particularmente me encontré) forman parte de una experiencia piloto llevada a cabo en España tras aplicarse ya, supuestamente, con éxito en Suecia y Holanda. La Junta de Castilla y León, a través de la firma de un convenio marco de seguridad vial con la DGT, puede presumir de ser la pionera en nuestro país, pero no sería de extrañar que en el futuro lo veamos por otras comunidades nacionales. Así que, para que sepas en qué consiste y qué puede generar, te detallamos aún más la iniciativa.

Las líneas de colores nacen con el objetivo de mejorar la seguridad en carretera y controlar la velocidad, ya que los estudios previos demuestran que estas marcas generan en los conductores la sensación de estrechamiento de carril para inducirles a moderar su velocidad. Con esta señalización alternativa, se pretende concienciar de la peligrosidad de un tramo para que, en el futuro, no sea necesario emplear radares de control.

CARRETERAS CON VELOCIDAD ESPECIALMENTE CONTROLADA

Pero, claro, decimos en el futuro… porque hoy, precisamente, en estas carreteras sí se controla la velocidad también. Las carreteras donde de momento se han marcado estas líneas llegan asimismo acompañadas de señales verticales informativas donde se recuerda reiteradamente a los conductores que se encuentran en una vía con velocidad especialmente controlada. Y la DGT ya anunció durante su estreno que intensificaría en ellas los controles, instalando radares de tramo y multiplicando la vigilancia de las patrullas de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y de los helicópteros Pegasus. Con todo ello, la DGT y la Junta de Castilla y León se comprometieron entonces a analizar periódicamente la siniestralidad en estos tramos para evaluar su eficacia.

Explicadas por tantos las líneas, solo queda desvelar el último interrogante: ¿dónde se encuentran actualmente? Pues en dos carreteras concretas. La primera, en la CL-615 entre Palencia y Guardo: se trata de una carretera convencional de 92 kilómetros; la segunda, en la CL-613 entre Palencia y Sahagún: una vía con una longitud de 58 kilómetros, de los que 10 pertenecen ya a la provincia de León.

¿POR QUÉ EN VÍAS SIN PELIGROSIDAD?

Lo más curioso, y que más dudas genera, es la propia explicación de la DGT sobre este experimento piloto: “Características que tienen las dos carreteras en común: largas rectas sin excesiva peligrosidad”. Ambas, según detalla en su página web Tráfico, son carreteras de calzada única y doble sentido de circulación, que se encuentran en buen estado de conservación y cuentan en su trazado con una anchura que oscila entre los 3 y los 3 metros y medio. La pregunta entonces es, ¿por qué no aplicar este experimento en carreteras con altos índices de siniestralidad y así de paso contribuir al mismo tiempo a frenar la accidentalidad? ¿Será porque en estos tramos es más fácil sancionar?

Fuente: www.autopista.es